PIENSO...LUEGO EXISTO... Y "Pío, Pío"... PUEDO COMENTAR

PIENSO...LUEGO EXISTO... Y  "Pío, Pío"... PUEDO COMENTAR

miércoles, 30 de diciembre de 2009

NAVIDAD 2009 EN CASA

Pasamos una buena Navidad,
cenamos en casa de mis padres,
los tradicionales platillos:
Bacalao, Pavo Relleno, Ensalada Navideña,
Mole, Ponche, Pastel de Papa, Espaguetty... mmm
todo estuvo muy rico!

Ven la falda de Sammy?...
pues se la hice mientras se arreglaban sus hermanas,
ella había comprado su telita desde hace ya días,
pero por una cosa y otra no le había podido confeccionar su faldita,
me aplique y se la hice en un dos por tres.
Se puso bien contenta!
Ahora para el año entrante tooodas
quieren vestirse de Santa para la Navidad,
como ven?Mis hijas estan disfrutando
los obsequios que Santa les trajo
y por supuesto yo también...

A mi me trajo este año:
El libro de Isabel Allende titulado La Isla bajo el Mar


El CD de Eros Ramazzotti, Alas y Raices...

Además me trajo un disco de Salsa para bailar sabroso!
También una agenda bellísima y cuatro pelis divinas!
Ustedes dirán si no...

jueves, 10 de diciembre de 2009

TRES AÑOS CUMPLIO MI SOBRI


He aquí a mi sobrinita Alessandra,
acaba de cumplir sus tres añitos el pasado 8 de Diciembre
celebramos con ella muy contentos!

lunes, 7 de diciembre de 2009

AMADO NERVO...

"Muerta"

En vano entre la sombra mis brazos, siempre abiertos,
asir quieren su imagen con ilusorio afán.
¡Qué noche tan callada, qué limbos tan inciertos!
¡Oh! Padre de los vivos, ¿a dónde van los muertos,
a dónde van los muertos, Señor, a donde van?

Muy vasta, muy distante, muy honda, si muy honda,
¡pero muy honda!, debe ser, ¡ay!, la negra onda
en que navega su alma como un tímido albor,
para que aquella madre tan buena no responda
ni se estremezca al grito de mi infinito amor.

Glacial, sin duda, es esa zona que hiende. Fría,
¡oh, si!, muy fría, pero muy fría debe estar,
para que no la mueva la voz de mi agonía,
para que todo el fuego de la ternura mía
su corazón piadoso no llegue a deshelar.

Acaso en una playa remota y desolada,
enfrente de un océano sin límites, que está
convulso a todas horas, mi ausente idolatrada
los torvos horizontes escruta con mirada
febril, buscando un barco de luz que no vendrá.

¡Quién sabe por qué abismos hostiles y encubiertos
sus blancas alas trémulas el vuelo tenderán!
¡Quién sabe por qué espacios brumosos y desiertos!
Oh, Padre de los vivos, ¿a dónde van los muertos,
a donde van los muertos, Señor, a dónde van?

Tal vez en un planeta bañado de penumbra
sin fin, que un sol opaco, ya casi extinto, alumbra,
cuitada peregrina mirando en rededor
ilógicos aspectos de seres y de cosas,
absurdas perspectivas, creaciones misteriosas,
que causan extrañeza sutil y vago horror.

Acaso está muy sola. Tal vez mientras yo pienso
en ella, está muy triste: quizá con miedo esté.
Tal vez se abre a sus ojos algún arcano inmenso.
¡Quién sabe lo que siente, quién sabe lo que ve!
Quizá me grita: “¡Hijo!”, buscando en mí un escudo
(¡mi celo tantas veces en vida la amparó!),
y advierte con espanto que todo se halla mudo,
que hay algo en las tinieblas, fatídico y sañudo,
que nadie la protege ni le respondo yo.

¡Oh, Dios! ¡me quiso mucho; sus brazos siempre abiertos,
como un gran nido, tuvo para mi loco afán!
Guiad hacia la Vida sus pobres pies inciertos...
¡Piedad para mi muerta! ¡Piedad para los muertos!
¿a dónde van los muertos, Señor, a dónde van?